El trípode es una herramienta esencial para muchos fotógrafos y videógrafos, pero su utilidad va mucho más allá de mantener la cámara estable.
Hoy te mostramos tres formas creativas de usar tu trípode Vanguard que pueden ayudarte a lograr tomas únicas y profesionales sin necesidad de accesorios adicionales.
1. Snorricam: vive la acción en primera persona
Este truco consiste en fijar el trípode al cuerpo, apuntando la cámara hacia el rostro del sujeto. Es una técnica muy usada en cine para lograr planos subjetivos, con un efecto envolvente e intenso.
Ideal para: vídeos de aventura, deporte, o cualquier escena donde se busque una conexión directa con el espectador.
2. Rig de hombro improvisado
¿No tienes un estabilizador de hombro? Abre parcialmente las patas del trípode y apóyalo sobre el hombro para conseguir estabilidad tipo “run and gun”.
Ideal para: grabaciones en movimiento, estilo documental o entrevistas dinámicas. Funciona especialmente bien con modelos ligeros como los trípodes de carbono.
3. Monopie exprés
Si estás en una situación donde no puedes montar todo el trípode, basta con extender una sola pata y usarla como monopie improvisado.
Ideal para: eventos, naturaleza o fotografía callejera, donde necesitas movilidad sin renunciar a cierta estabilidad.
¿Tienes un trípode Vanguard? Explora nuevas formas de usarlo y saca el máximo partido a tu equipo. ¡Tu creatividad es el único límite!