Cuando empezaba en fotografía y me lanzaba a fotografiar un paisaje, no podía soportar que hubiera gente de por medio. Me desconcertaba, no sabía cómo aprovechar la figura humana dentro del contexto y siempre que era posible descartar la figura humana en el paisaje, lo hacía.
Con el tiempo vas estudiando, aprendiendo, mirando el trabajo de fotógrafos y vas descubriendo que la figura humana puede aportar, incluso en un paisaje.
Una figura humana nos puede ayudar a entender las dimensiones del contexto, incluso a enfatizarlas. El componente humano también nos aproxima al entorno, nos muestra la posibilidad de estar en ese sitio, nos invita, nos dice: “tú podrías estar allí”.
Ahora que ya tienes el gusanillo de incluir gente en tus paisajes ¿qué pasa cuando no hay nadie y sientes la necesidad de incluir la figura humana en la toma?
Una opción es el autorretrato, una técnica que, sin duda, te permitirá mejorar tus “skills” fotográficos, porque deberás tomar decisiones para “dar forma” a tu toma.
Personalmente, lo primero es la composición, ¿me llama la localización incluirme en la toma? Si es que sí deberé elegir el lugar en el que mi figura aporte a la imagen y no al contrario.
¿Y la luz? Es muy importante entender cómo afecta la luz a la toma y sobre la figura humana. El contraste también es muy importante, me refiero al contraste de la figura humana vs. el fondo, es decir, ¿hay suficiente contraste? o la persona se solapa con el fondo y pasa desapercibida.
Una vez decididos todos los aspectos de luz y composición podremos proceder a configurar la cámara, fijar el enfoque, montar el trípode y utilizar el autodisparador a 10 segundos. Como alternativa, si es que necesitamos desplazarnos lejos y los 10 segundos no nos llegan, activar el intervalómetro. Con esta función la cámara disparará una foto cada x segundos y por lo tanto podremos tomarnos nuestro tiempo para colocarnos en la posición elegida y esperar a que una de las tomas nos capte quietos en el lugar adecuado.
El autorretrato en paisaje es un excelente ejercicio para mejorar nuestra técnica fotográfica tanto a nivel de composición como en la exposición.
Artículo escrito por Joan Vendrell.