El Valle de Ordesa en Otoño

El Valle de Ordesa en Otoño

El Valle de Ordesa está ubicado en el Pirineo central de Huesca, en Aragón. Es Patrimonio de la Humanidad y forma parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido que incluye los valles de Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta.

Otoño es uno de los momentos más fotogénicos para recorrer una ruta de senderismo clásica. Desde la pradera de Ordesa hasta la cascada de la Cola de Caballo.

Para llegar a la pradera de Ordesa tenemos dos opciones en función de la época del año. En temporada alta, de junio a septiembre, incluyendo Semana Santa y ciertos puentes, la única forma de llegar a la pradera es con la línea de autobuses que sale de Torla. El resto de fechas se puede subir con el coche. Para evitar sorpresas, recomiendo echar un vistazo a la web informativa del parque.

Una vez en la pradera el recorrido es fácil y marcado en todo momento. La ruta sube de forma constante, hay unos 550 metros de desnivel y un total ida y vuelta de unos 20 km. Teniendo en cuenta que hay miles de spots fotográficos deberemos sumar el tiempo necesario para nuestras paradas fotográficas.

En todo momento estoy hablando de la ruta clásica, la más fácil. Algunos habréis oído hablar de “la Senda de los Cazadores”, que igualmente une la Pradera con la Cola de Caball,o pero es un recorrido técnicamente superior no apto para todos los públicos, así que lo dejamos para otra ocasión.

Al ser un valle muy cerrado, aunque tengamos un día de otoño a pleno sol, probablemente solo iluminará la parte baja del valle en algunos tramos. Hará frío, sobre todo a primera hora de la mañana y cuando el sol baja.

¡No te olvides del trípode! Hay decenas de rincones con saltos de agua y aunque el río Arazas no baja tan fuerte como en primavera, podremos disfrutar de las cascadas de Arripas, de la Cueva y del Estrecho antes de llegar a las gradas de Soaso para terminar en la cascada de la Cola de Caballo a los pies del Monte Perdido.

Esta ruta en otoño es de una belleza sublime, la luz, los colores, el olor del bosque, las cascadas y la alta montaña, todo empaquetado en un valle precioso, de fácil acceso que debemos cuidar y dejarlo tal como está, minimizando el impacto de nuestro paso por allí.

Hay que ir preparado, cada temporada rescatan a gente. Ropa por capas, impermeable, agua y comida que junto con nuestro equipo fotográfico sumará unos cuantos kilos de peso, así que piernas y cabeza fuertes.

Un polarizador y un ND para poder exponer durante el tiempo adecuado y captar la belleza de los saltos de agua y del río son una buena recomendación.

Si empiezas esta ruta bien temprano podrás disfrutar de los primeros rayos de sol entrando al valle, esos momentos mágicos e irrepetibles hay que aprovecharlos. Por otro lado, teniendo en cuenta que en otoño tenemos menos horas de luz y que todo el recorrido nos llevará unas cuantas horas, mejor ir con tiempo de sobra.

Fotografiar el Valle de Ordesa en otoño es toda una experiencia para los sentidos. Desde la pandemia se ha notado más afluencia, así que si decides planificar una visita al Valle de Ordesa, hazlo con tiempo.

Artículo escrito por Joan Vendrell

Fotografías de © Joan Vendrell