Limpiar tu mochila fotográfica

Limpiar tu mochila fotográfica

Las mochilas y bolsas fotográficas Vanguard están diseñadas para utilizarse durante años, pero con el paso del tiempo, es inevitable que presenten algunas señales de uso. La mayoría puede que aporten incluso personalidad a la bolsa o traer recuerdos de viajes anteriores. Sin embargo, es probable que en algún momento tengas que lavar la mochila o bolsa.

Desgraciadamente, no puedes meterla en la lavadora con un programa preestablecido y dejarla a merced de la tecnología. Esto dañaría el acolchado que protege la cámara, eliminaría las capas resistentes al agua que se han aplicado al material y también, desplazaría de su sitio elementos clave (como el soporte lumbar) y dañaría algunos de los materiales (como los ribetes de piel).
Además, si entra agua en el acolchado, también tardará mucho en secarse, y el secado es fundamental. Si no se seca bien, la bolsa puede enmohecerse con el tiempo, algo que no tiene remedio a posteriori.

Es complicado facilitarte un manual de instrucciones de limpieza para cada combinación de materiales, pero en este post intentaremos compartir una guía sencilla para limpiar la bolsa de tu cámara.

Antes de empezar:

Aunque solo vayas a limpiar el exterior de tu bolsa para cámaras, probablemente merezca la pena vaciarla. Así eliminarás cualquier riesgo para tu equipo mientras lo limpias, ya sea por líquido derramado o por aplicar demasiada presión.

Si limpias el interior, también merece la pena retirar los separadores, ya que hay menos rincones y grietas en los que pueda quedar atrapada la suciedad.
Además, no olvides revisar todos los bolsillos. Lo último que quieres oír es la grieta de un filtro que habías metido en un bolsillo en tu último viaje y del que te habías olvidado.

Limpieza del exterior:

Utiliza un cepillo para eliminar cualquier resto suelto, como polvo o arena, especialmente de las costuras. El cepillo debe ser lo más suave posible para el material de tu bolso, así que es mejor empezar con las cerdas más suaves y la menor presión posible, e ir haciéndolo más firme a medida que avanzas. Para las costuras, sin duda lo mejor es algo estrecho, como un cepillo de dientes.
El siguiente paso es agua tibia con jabón.

Debe aplicarse suavemente con un paño o una esponja, y luego con un cepillo para las manchas más difíciles. Si utiliza un cepillo, hazlo con mucho cuidado. Frotar con demasiada fuerza puede eliminar la mancha, pero cuando la bolsa se seque puede dejar una marca perceptible, y puede haber eliminado una capa resistente al agua dejando un punto débil para la próxima lluvia.

Si la mancha no sale con agua tibia, déjela secar completamente y puedes probar con un poco de solución limpiadora con alcohol en un paño suave, luego limpiar con agua tibia con jabón y dejar secar. Si utilizas una solución limpiadora, lee siempre las instrucciones para asegurarte de que es adecuada y de que la utilizas de forma segura.

Limpieza del interior:

Con el interior vacío, para eliminar material como arena y polvo, puede variar en función del material. Si se trata de un material liso, entonces es relativamente sencillo con un paño seco o un cepillo, pero el material utilizado en el compartimento de la cámara está lleno de fibras sueltas que están diseñadas para asegurar un agarre firme en el velcro de sus divisores. Este material puede atrapar las partículas y dificultar su eliminación. Te recomendamos un cepillo suave y paciencia.

Si eso no es lo tuyo, puedes considerar el uso de una aspiradora de mano suave con cuidado. No olvides prestar especial atención a las costuras también en este caso, ya que de lo contrario es posible que sigan apareciendo arena y polvo mucho después de haber limpiado la bolsa.

Para las manchas, es lo mismo que limpiar el exterior, pero el material y el acolchado pueden absorber agua con más facilidad que el exterior, por lo que es aún más importante aplicar el agua con moderación y secar bien. También puedes probar con una solución limpiadora volátil, como alcohol, que se evaporará.

Secar la bolsa de la cámara:

Como ya hemos dicho, es fundamental para evitar que el agua quede atrapada en la bolsa y que esta se enmohezca. Si la has limpiado con algún líquido, colócala en un lugar cálido y seco, alejada de la luz solar directa y, a ser posible, con buena circulación de aire. Puedes exponer la bolsa a la luz solar, al fin y al cabo, está diseñada para el aire libre, pero si le da mucho el sol o la dejas demasiado tiempo, el material puede desteñir.

Abre todos los bolsillos y compartimentos para que el aire pueda entrar en todas las partes de la bolsa, y puede que quieras poner algunos soportes para asegurarte de que los bolsillos y compartimentos permanecen abiertos. Si has limpiado alguna inserción, haz lo mismo. Acuérdate de dar la vuelta a todos los componentes húmedos de vez en cuando para que el aire caliente pueda llegar a todas las partes de la bolsa y las plantillas.

En resumen:

Con el paso de los años, es inevitable que tu bolsa necesite una limpieza ocasional para maximizar su vida útil y mantener tu equipo fotográfico limpio y seguro. Lleva un poco de tiempo, pero creemos que es un tiempo bien empleado.